Las intensas lluvias registradas en la capital duranguense provocaron afectaciones en distintos puntos de la ciudad, pero uno de los casos que más llamó la atención fue el de una tienda Coppel ubicada sobre la avenida 20 de Noviembre, donde el agua se filtró desde el techo y cayó directamente en el área de electrodomésticos.
Lo sucedido trascendió rápidamente a través de redes sociales, donde usuarios comenzaron a compartir fotos y videos que mostraban cómo el agua se escurría en grandes cantidades desde el techo, incluso a través de las lámparas, generando escenas que parecían sacadas de una película: empleados y clientes caminando entre charcos, mientras el personal intentaba proteger la mercancía utilizando paraguas dentro del establecimiento.
La filtración puso en evidencia la falta de mantenimiento en algunos edificios comerciales, justo en una de las zonas más concurridas de la ciudad. Comerciantes del centro también reportaron daños similares, con encharcamientos y filtraciones que podrían traducirse en pérdidas económicas importantes.
Este episodio ha reavivado el debate sobre la urgencia de revisar las condiciones estructurales de los locales comerciales, en especial ante fenómenos meteorológicos cada vez más intensos. Mientras tanto, las imágenes continúan circulando en línea, provocando críticas y llamados de atención a las autoridades y empresas involucradas.
