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Los caldos, un platillo con sabor a infancia y bienestar emocional

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Ada Rosas
EL BUEN TONO

Córdoba.- Los caldos no solo reconfortan el cuerpo, también tienen un efecto emocional en las personas. La psicóloga y experta en alimentación Christy Fergusson explica que este tipo de comida tiene un vínculo sensible con el ser humano, pues remite a los recuerdos de la infancia. Comer un caldo, dice, evoca momentos familiares y genera una sensación de protección y consuelo, como cuando mamá preparaba un plato caliente en casa.

Además de su valor emocional, los caldos son una parte fundamental de la gastronomía por su diversidad y beneficios. Existen diferentes tipos, como el caldo de fondo blanco, elaborado con ingredientes crudos y listo en poco tiempo; el de fondo oscuro, con sabores más intensos gracias a que sus componentes se tuestan antes de cocerse y los consomés, que son versiones más claras y concentradas, ideales como entrada. También destacan las sopas frías, populares en días calurosos, y las cremas, que se caracterizan por su textura espesa y sabor suave.

Consumir caldos aporta múltiples beneficios para la salud. Son ricos en vitaminas y minerales, fáciles de digerir y ayudan a mantener una buena hidratación. Además, proporcionan saciedad, lo que los convierte en una opción útil para controlar el apetito sin recurrir a alimentos pesados. Su preparación con ingredientes naturales también favorece una alimentación equilibrada y completa.

Aunque suelen relacionarse con el invierno, los caldos pueden disfrutarse durante todo el año. Su versatilidad permite adaptarlos a cualquier temporada y gusto. Desde sus orígenes, que datan del 500 mil a.C., cuando el ser humano comenzó a hervir los alimentos para ablandarlos, este platillo ha acompañado la historia de la comida como símbolo de hogar, salud y bienestar emocional.

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