

El técnico Luciano Spalletti sorprendió este domingo al comunicar que dejará su cargo como seleccionador de la selección italiana después del partido de clasificación para el Mundial 2026 contra Moldavia, programado para el lunes.
En una conferencia de prensa, Spalletti reveló que el presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), Gabriele Gravina, le informó el sábado que sería destituido tras la dolorosa derrota 3-0 contra Noruega en Oslo, que ha complicado seriamente las opciones de la ‘Azzurra’ para el próximo torneo mundialista.
“Esto me disgusta. No tenía ninguna intención de abandonar, sobre todo cuando las cosas van mal prefiero seguir y hacer mi trabajo”, afirmó el técnico de 66 años, quien aceptó el cese pese a su voluntad de continuar al frente del equipo nacional.
Curiosamente, horas antes de este anuncio, Gravina había expresado su confianza en el proyecto de Spalletti y el equipo. “Vamos a participar en el próximo Mundial, aún quedan muchos partidos por jugar”, aseguró, defendiendo al entrenador como alguien “extraordinario” y “noble”, y lamentando los ataques injustos que ha recibido por parte de la prensa.
Sin embargo, el presidente de la FIGC calificó la derrota ante Noruega como “inaceptable”, subrayando que el equipo no fue rival durante la primera mitad del encuentro, cuando encajaron los tres goles.
Gravina concluyó con un llamado a la responsabilidad y al orgullo: “Si él o yo somos responsables de algo, es quizás de no haber logrado hacer comprender a los futbolistas lo que es el orgullo de llevar la camiseta azzurra”.
La salida de Spalletti abre un nuevo capítulo de incertidumbre en el fútbol italiano, justo cuando la clasificación para el Mundial 2026 está en juego. El lunes, el equipo intentará recuperarse ante Moldavia, en lo que podría ser el último partido de Spalletti al mando.
