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Lucro familiar y abandono: pista de patinaje del Beisborama, símbolo del fracaso deportivo de Juan Martínez

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Córdoba, Ver.— Inundada, sucia y convertida en criadero de mosquitos: así se encuentra la pista de patinaje ubicada junto al estadio Beisborama, un espacio que fue emblema del deporte juvenil y hoy refleja el abandono deliberado de la administración del alcalde Juan Martínez Flores.

Vecinos y usuarios denuncian que el deterioro no es por descuido, sino por decisión política y criterio de negocio: al no generar ingresos, el espacio fue relegado por Jessica Martínez Báez —hija del alcalde— y otros familiares que presuntamente controlan el uso y renta de instalaciones deportivas del municipio.

Mientras canchas techadas, gimnasios y salones administrados con fines lucrativos reciben mantenimiento de vez en cuando para poder seguir cobrando, la pista de patinaje lleva años entre el olvido y la humedad. En un recorrido reciente, se documentó vegetación crecida, corcho desgastado, agua estancada con lama y fauna nociva. “La pista no deja, por eso la dejaron perder”, acusan deportistas locales.

La molestia crece ante la opacidad del Ayuntamiento sobre el presupuesto asignado al mantenimiento de espacios públicos. Tampoco hay informes sobre licitaciones, contratos ni criterios de asignación para el uso de canchas municipales, lo que apunta a un esquema de privatización selectiva y uso político de recursos públicos.

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