AGENCIA
Nueva Orleans.– Autoridades estadounidenses investigan a Hilda Vásquez, de 34 años, acusada de permitir la muerte de su hijo menor, Bryan, un niño de 12 años con autismo, cuyo cuerpo fue hallado en una laguna donde varios caimanes lo retuvieron bajo el agua.
El caso comenzó el pasado 26 de agosto, cuando la policía recibió el reporte del hallazgo del menor, quien había desaparecido dos semanas antes, la madrugada del 14 de agosto, tras salir por la ventana de su habitación. Imágenes de cámaras de vigilancia lo ubicaron cerca de una laguna, lo que dio inicio a un amplio operativo de búsqueda con la participación de vecinos, buzos voluntarios y la Marina Cajun Unida. Finalmente, un dron permitió localizar el cuerpo sumergido, mientras reptiles de entre seis y diez pies de largo merodeaban la zona.
Rescatistas señalaron que los caimanes parecían mantener el cuerpo bajo el agua, dificultando el rescate. Por seguridad, el Departamento de Vida Silvestre y Pesca de Luisiana retiró a los animales del lugar.
Historial de negligencia
El caso cobró mayor gravedad tras revelarse que Hilda Vásquez ya tenía antecedentes por abuso y negligencia. En 2014, Bryan sufrió fracturas de cráneo y piernas cuando era un bebé, lo que derivó en investigaciones del Departamento de Servicios para Niños y Familias (DCFS).
En julio de este año, la mujer dio positivo a cocaína junto con su bebé recién nacido, lo que reforzó los señalamientos de la fiscalía, que la calificó como “un peligro para la sociedad y para sus propios hijos”.
En una audiencia reciente, los fiscales solicitaron que permanezca bajo custodia sin derecho a fianza, argumentando que sus actos provocaron la muerte de Bryan y pusieron en riesgo a sus otros tres hijos. El juez Jonathan Friedman ordenó que la mujer permanezca en prisión preventiva y separada de los menores.
Investigaciones en curso
Vásquez enfrenta cargos por homicidio por negligencia y crueldad en segundo grado hacia un menor. Los fiscales sostienen que no solo hubo omisión al no reportar de inmediato la desaparición del niño, sino que sus antecedentes de consumo de drogas y descuido agravan el caso.
Se reportó que Bryan, quien no hablaba debido a su condición, solía escaparse de casa con frecuencia. El día de su desaparición, la madre tardó varias horas en notificar a las autoridades, lo que para la fiscalía constituye un elemento clave de negligencia.
El caso sigue bajo investigación y mantiene consternada a la comunidad de Nueva Orleans, donde vecinos han señalado la falta de respuesta temprana de la madre y piden justicia para el menor.
