AGENCIA
Interncional.- El expresidente estadounidense Donald Trump y el mandatario venezolano Nicolás Maduro sostuvieron una llamada telefónica el 21 de noviembre, cuya existencia fue confirmada días después por ambos líderes y revelada inicialmente por el New York Times el 28 de noviembre, tras informes difundidos por Reuters y retomados por distintos medios estadounidenses.
Trump reconoció al ser cuestionado que la conversación ocurrió, pero evitó calificarla: “No puedo decir si fue una buena o mala llamada, fue solo una llamada”, declaró el pasado fin de semana. La agencia Reuters y el Miami Herald, que citan fuentes con conocimiento directo del diálogo, coinciden en que el propósito del contacto fue transmitir a Maduro una posible vía de escape, siempre que aceptara dejar el poder sin oposición.
Según el Miami Herald, Estados Unidos habría ofrecido un salvoconducto para Maduro, su esposa Cilia Flores y su hijo, con la condición de que abandonara el país y renunciara de forma inmediata. La propuesta, de acuerdo con los reportes, incluía garantías para su salida segura pero no la amnistía global que exigió el mandatario venezolano durante la llamada, quien pidió la eliminación de sanciones económicas y el cierre de casos abiertos, incluido uno ante la Corte Penal Internacional, así como el levantamiento de restricciones contra más de cien funcionarios de su administración acusados de narcotráfico, corrupción y violaciones a derechos humanos.
El intercambio, que habría durado menos de 15 minutos, se empantanó en tres puntos centrales: la exigencia de amnistía total para Maduro y su círculo, la pretensión de mantener el control de las Fuerzas Armadas en un eventual proceso de transición y el momento de la renuncia. Mientras Washington insistió en que debía ser inmediata, Caracas rechazó la presión y planteó, según Reuters, que una figura cercana -como la vicepresidenta Delcy Rodríguez- encabezara un gobierno interino previo a nuevas elecciones.
Desde Caracas, Maduro confirmó la existencia de la llamada, calificándola como “cordial” y de “respeto mutuo”, aunque se negó a detallar los temas abordados. Pese al desencuentro, fuentes citadas por Reuters no descartaron del todo una salida negociada y sostienen que el Gobierno venezolano ha solicitado una nueva comunicación con Trump, aunque persisten “desacuerdos significativos y detalles sin resolver” en cualquier posible acuerdo político.
