


Orizaba.- La falta de atención adecuada y la presencia de personal prepotente pone en jaque la calidad del servicio que brinda el Hospital Regional de Río Blanco.
En un recorrido por las instalaciones públicas del nosocomio, se pudo observar que el personal que debiera ser apto para guiar y brindar información a los ciudadanos, actúa de forma negativa y altanera en contra de las personas que l
legan al lugar.
Desafortunadamente en su gran mayoría son ciudadanos que provienen de municipios o comunidades aledañas a zonas urbanas, es decir indígenas, quienes llegan en busca de un servicio de calidad y accesible en costos porque es un hospital público, pero al contrario reciben malos tratos y deben soportar actitudes déspotas.
Algunas de las quejas ciudadanas emitidas a este medio manifiestan que les cobran las consultas antes de recibirlas, situación que
está penalizada. aseguraron líderes sociales que prefirieron omitir su nombre por temor a represalias.
La falta de tacto en el trato hacia los ciudadanos que observan al nosocomio como un “salvavidas” para sus familiares, finalmente se convierte en un viacrucis para lograr obtener la atención pertinente y deseada para sus pacientes.
Es a la entrada del edificio que hay un supuesto módulo de vigilancia que controla y guía la entrada y salida de los visitantes, sin embargo, el responsable al no mantenerse pendiente de la llegada de personas, únicamente las dejan pasar sin brindarles atención alguna.
Por otro lado es la asistente de la Directora del hospital en turno quien lejos de brindar soluciones, traba los procedimientos y de una forma déspota se dirige a los visitantes.
DAFFNI ROJAS
EL BUEN TONO


