
Efraín Hernández
El Buen Tono
Fortín.- La gestión de Gerardo Rosales Victoria ha estado marcada por el uso irregular de los recursos públicos, destinados a fines personales y políticos. En estos cuatro años, el alcalde no solo ha desviado fondos, sino que ha financiado su propia campaña en detrimento del pueblo, ignorando las verdaderas necesidades de la ciudadanía. Esta situación ha sido facilitada por el senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara, quien ha colocado a personajes corruptos en la región.
Ahora, Huerta no solo respalda a un edil cuestionado, sino que también apoya a quien pretende ser el sucesor de esta red de corrupción en Fortín: Eduardo Alonso García Viveros, quien no logra destacar en las encuestas ni en las preferencias de los fortinenses. ¿Con qué ética puede un senador que, durante su tiempo como delegado de los programas federales, desvió recursos destinados a las carreteras para promover su imagen política, en lugar de invertir en lo que realmente importaba?
