El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, sorprendió este miércoles al alabar a México por “aumentar su cooperación” en temas de seguridad, destacando un giro positivo en la tensa relación bilateral. Durante una audiencia ante la Cámara de Representantes, Rubio aseguró que planea visitar el país latinoamericano “en las próximas semanas” para fortalecer acuerdos en materia de seguridad.
Desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en enero, la relación entre Estados Unidos y México ha enfrentado fuertes tensiones. El mandatario estadounidense ha enviado tropas a la frontera, impuesto aranceles y exigido mayor acción mexicana contra la migración irregular y el tráfico de fentanilo, un opioide que sigue causando estragos en EE.UU.
A pesar de la presión, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum ha optado por una postura moderada, evitando confrontaciones directas y priorizando la vía diplomática. En respuesta, México desplegó 10 mil soldados en su frontera norte, entregó a 29 capos a la justicia estadounidense y reforzó las operaciones antidrogas. Este enfoque ha sido bien recibido en Washington.
“Han aumentado su cooperación en materia de seguridad con nosotros de maneras muy productivas”, afirmó Rubio. “Queremos ayudarles a detener el flujo de armas y combatir a los cárteles, algunos de los cuales ya han sido designados como organizaciones terroristas por nuestra administración”.
Rubio también puso énfasis en la grave situación de violencia política en México, citando los recientes asesinatos de colaboradores de Clara Brugada, jefa de gobierno de Ciudad de México. “Hay partes del país gobernadas por los cárteles, y la violencia política allí es real”, advirtió el funcionario.
Además de la seguridad, Rubio destacó el interés de la administración Trump en mejorar las relaciones comerciales, a pesar de las tensiones generadas por los aranceles y decisiones unilaterales como el controvertido cambio de nombre del “Golfo de México” por “Golfo de América”.
La visita próxima de Rubio y otros miembros del gabinete norteamericano será clave para determinar si este nuevo capítulo en la cooperación bilateral puede consolidarse, en medio de un panorama geopolítico cada vez más complejo y marcado por la violencia criminal y los intereses estratégicos compartidos.
