

Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- Más de 90 millones de pesos al año destina el Ayuntamiento al traslado de basura al relleno sanitario regional de Nogales, un gasto que pudo evitarse si el presidente municipal, Juan Martínez Flores, hubiera cumplido con su responsabilidad de construir un centro de transferencia. A pesar de que el proyecto ha sido solicitado desde administraciones anteriores, el edil prefirió postergarlo, condenando a la ciudad a una dependencia costosa e insostenible.
La reciente protesta de transportistas en Nogales, que paralizó por completo la recolección de basura en Córdoba, evidenció la falta de previsión y la incapacidad de respuesta por parte de las autoridades municipales. No existe una ruta alterna, mucho menos infraestructura propia, por lo que toneladas de residuos comenzaron a acumularse en las calles, afectando a cientos de familias y exponiéndolas a riesgos sanitarios.
A la par de la omisión del alcalde, destaca la pasividad de la regidora de la Comisión de Limpia Pública, María del Carmen Aguilar Mendoza, quien, lejos de exigir soluciones o impulsar el tema en Cabildo, ha guardado silencio ante una de las peores crisis de servicios que ha enfrentado el municipio. Su indiferencia ha sido tan grave como la falta de acción del presidente municipal.
