

De la Redacción
EL BUEN TONO
Córdoba, Ver.- El mercado La Isla se erige como un testigo mudo de años de desidia oficial. Bajo la administración del alcalde Juan Martínez Flores, el deterioro de este espacio no solo persiste: Se profundiza. Locatarios y visitantes lo describen como un lugar fantasma, donde más de la mitad de las luminarias están inservibles
Así, en dicho zoco los pasillos permanecen semivacíos y el único respiro económico llega con los tianguis navideños o de Día de Muertos, organizados por el propio gobierno en el estacionamiento. La historia se repite. Durante el mandato de Leticia López Landero, las promesas de rescate también quedaron en el aire.
Inaugurado hace 15 años, La Isla fue diseñado para concentrar el comercio local. Hoy, de sus 400 luminarias originales, solo 20 funcionan. “Es peligroso hasta caminar de noche. Parece que las autoridades solo se acuerdan de nosotros cuando necesitan montar sus ferias”, reclama Luminosa Ameca Vázquez, líder de locatarios y presidenta de la Asociación Regional de Vendedores Ambulantes (ARVA). Según ella, ni Martínez Flores ni su antecesora cumplieron el compromiso de rehabilitar el mercado. “Siempre es lo mismo: nos citan, escuchan, y luego nada”, agrega.
