


Miami.- Una inmigrante mexicana inició una huelga de hambre en las afueras de una cárcel de inmigración en Miami, Florida, para intentar detener la deportación de su pareja y compatriota.
Rocío Mendoza, de 27 años, comenzó su ayuno desde el domingo a las afueras del Centro de Detención de Krome, al Suroeste de Miami, con la esperanza de que las autoridades dejen salir a Rigoberto Balderas y pueda pasar la Navidad con sus hijos.
“Están rompiendo a mi familia y es muy triste para mis tres hijos que extrañan a su papá”, explicó
la inmigrante.
TOMADO DE ARISTEGUI

