AGENCIA
Nacional.- La reducción de la jornada laboral en México se convierte en un hecho histórico. Por instrucciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, el país comenzará la transición hacia una semana laboral de 40 horas, que deberá estar plenamente implementada en todos los sectores para enero de 2030.
Aunque la adopción será gradual, ya se estudian los esquemas de horarios que empresas y trabajadores podrán elegir según sus necesidades y giro de operación.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) indicó que la nueva jornada busca ofrecer mayor flexibilidad, mejorar la calidad de vida de los empleados y mantener la productividad. Para ello se plantean tres modelos principales de organización laboral:
Jornadas diarias más cortas: Se mantienen seis días de trabajo, con jornadas de aproximadamente 6 horas y 40 minutos. Este modelo es ideal para sectores con operación continua.
Dos días de descanso: La semana se reduce a cinco días, con jornadas de 8 horas y dos días completos de descanso, favoreciendo el equilibrio entre trabajo y vida personal.
Cuatro días de 10 horas: Las 40 horas se concentran en cuatro jornadas intensivas, otorgando tres días consecutivos de descanso, adecuado para empresas con esquemas flexibles o por objetivos.
Cada opción deberá ser evaluada entre patrones y trabajadores, respetando el límite de 40 horas semanales y las condiciones de cada industria.
La implementación será escalonada según el tamaño de la empresa: grandes empresas tendrán un plazo de seis meses; medianas, 1.5 años; pequeñas, dos años; y microempresas, hasta 3.5 años. Entre junio y julio, la STPS instalará mesas de diálogo en todo el país para definir los mecanismos específicos de transición.
La jornada laboral de 40 horas no solo marca un cambio histórico en el trabajo en México, sino que también abre la puerta a nuevas formas de organización laboral y bienestar social.
