

De la Redacción
El Buen Tono
La otra cara del “Pueblo Mágico”: abandono animal con sello oficial
Orizaba, Ver.— Mientras el presidente municipal, Juan Manuel Diez Francos, disfruta de las delicias ibéricas en algún rincón de España, en su “Pueblo Mágico” ocurre otro tipo de turismo; es decir, el de la indiferencia. Y es que en la ribera del río, a la altura de Poniente 18, un oso —sí, un ser vivo, no una estatua decorativa— lucha por mantenerse en pie, literalmente.
Vecinos y visitantes han expresado su preocupación al ver al animal recostado durante horas, inmóvil, como si la vida misma ya no le interesara. ¿Depresión? ¿Dolor? ¿Ambas? Esta semana, la escena empeoró: el oso apenas puede caminar, jadea con ansiedad y se acerca a la puerta de su jaula como suplicando escapar. Pero no, la magia del abandono no tiene salida.
