AGENCIA
Internacional.- El objeto interestelar 3I/ATLAS ha provocado gran expectación entre científicos, gobiernos y entusiastas del espacio. Mientras la NASA asegura que se trata de un cometa, el físico y astrónomo Avi Loeb plantea una hipótesis mucho más inquietante: podría ser una nave enviada por una civilización alienígena hostil.
La controversia creció cuando la NASA detuvo repentinamente la publicación de información sobre el objeto días antes de su paso cercano a Marte, donde -según reportes- podrían haberse obtenido imágenes más detalladas. China, por su parte, tampoco ha compartido datos, pese a tener la sonda Tianwen-1 en la órbita marciana.
La falta de transparencia coincide con los recientes recortes presupuestales y el cierre parcial del gobierno estadounidense, situación que ha limitado la difusión de investigaciones espaciales.
Hasta el momento solo existen dos fotografías conocidas de 3I/ATLAS. Una habría sido tomada por el rover Perseverance, mostrando un cuerpo cilíndrico que aparentemente emite luz propia, lo que contradice la descripción oficial de la NASA. La otra imagen, capturada por el astrónomo portugués Thiago Ferreira, revela una figura triangular.
El debate se intensificó en redes sociales, donde el influencer Carlos Name cuestionó el silencio de Elon Musk, quien no ha emitido comentarios sobre el fenómeno pese a su habitual interés por temas espaciales.
Avi Loeb, exdirector del Departamento de Astronomía de la Universidad de Harvard, sostiene que el objeto podría ser una sonda de origen extraterrestre. Su teoría se basa en características inusuales: masa anómala, trayectoria precisa, estela irregular, polarización lumínica extrema y composición química desconocida.
Mientras el mundo observa expectante, las agencias espaciales guardan silencio y el misterio del 3I/ATLAS continúa creciendo, alimentando tanto el escepticismo científico como las teorías sobre vida inteligente más allá de nuestro sistema solar.
