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MIXTLA, LA NOVELA

Superiberia

Por Billie J Parker /  columnista

MIXTLA, LA NOVELA

El ovillo no se desenreda en Mixtla de Altamirano. Cuando iban a detener al presunto autor material del asesinato de la alcaldesa, Maricela Vallejo, el pasado fin de semana, éste se suicidó teniendo los agentes policíacos en la puerta de una recámara. Primitivo Islas Falcón fue comandante de la Policía Municipal durante la gestión de la alcaldesa Angélica Méndez Margarito.

Y ahí está la hebra que conduce al matrimonio Pérez-Méndez, considerados desde el inicio como sospechosos del crimen de Vallejo Orea. No olviden que Ricardo Pérez Marcos, esposo de Méndez Margarito, es el síndico del Ayuntamiento destituido tras el nombramiento del Concejo Municipal hace unas semanas. Él y su esposa habrían sido los que amenazaron a la Edil porque le exigían su dimisión para que ellos asumieran el control de la alcaldía.

Toda una trama de telenovela, aunque en este caso real y con muertos de por medio. La ex alcaldesa Angélica Méndez y su marido, Ricardo Pérez, no son personas probas y la vox populi los señala como los autores intelectuales del magnicidio perpetrado el 24 de abril y hacia ellos apuntan también las pesquisas. Sin embargo, ahora con el suicidio del expolicía Primitivo Islas se complica el esclarecimiento del caso.

A pesar de la premisa que de que es poco probable que una persona inocente se suicide cuando van a capturarla para llevarla ante los tribunales, Islas Falcón bien podría ser el responsable físico del crimen, pero se llevó a la tumba parte de las claves para desentramar esa novela político-policíaca en la que se ha convertido el asunto.

 Ayer el propio gobernante en turno, Cuitláhuac García, sacó a la palestra la relación entre la ex alcaldesa Méndez y el presunto autor intelectual del homicidio, dando por hecho de que ya se tiene al autor material y sólo falta el intelectual. Aunque el Mandatario no lo dijo abiertamente sí dio a entender que serían los esposos Pérez-Méndez.

Ya casi son tres meses de atentado que cobró la vida de la alcaldesa Maricela Vallejo, su esposo y su chofer, y el culebrón sigue agregando capítulos. Vaya, si hay que darle un título a la novela que se tiene en Mixtla de Altamirano podría ser “La pareja infernal”, ¿no creen?

EL INDESEABLE

 Al huatusqueño Rafael Ochoa Guzmán, ex secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), le llovió sobre mojado el lunes pasado en Xalapa cuando convocó a conferencia de prensa a nombre de la agrupación Maestros por México, que es movimiento en el magisterio oficialista para que Elba Esther Gordillo se haga nuevamente de la dirigencia sindical.

Le gritaron de todo al saltimbanqui Ochoa. ¡Ladrón!, ¡Corrupto!, ¡Ratero!, y fueron los propios maestros del SNTE los que llegaron hasta la cafetería xalapeña donde se encontraba para encararlo y corretearlo. Ochoa Guzmán tuvo que emprender la huida del lugar para evadir los reclamos y adjetivos.

Claro, ahora el huatusqueño que vivió durante décadas como emperador a cargo del SNTE y de los cargos políticos que obtuvo -fue senador y diputado-, pretende regresar a la cúpula magisterial apostándole al retorno de Gordillo Morales, de la que fue su operador con rasgos de sirviente incondicional.

Pero los fantasmas del pasado se le aparecieron y no lo quieren en el proyecto de la Gordillo para recuperar al SNTE, porque los maestros no olvidan su trato ni su ambición saciada a nombre de los mentores. El tipo ha acumulado una fortuna a nombre de los maestros sindicalizados y ha repartido cargos entre sus familiares, mientras que la mayoría de los maestros que, si trabajaban y están en el aula, cobran salarios miserables.

Su hija, Zaira Ochoa Valdivia, fue alcaldesa de Huatusco y actualmente es diputada federal por Morena – el mismo Ochoa es legislador por el mismo partido-. Su hijo, Ulises Ochoa, fue diputado local y dirigente estatal del Partido Nueva Alianza (Panal), creado por Gordillo Morales, y del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), y su yerno, Isaac González Contreras -esposo de Zaira- también fue diputado local.

Toda la familia Ochoa ha brincado de un partido a otro: del PRI saltaron al Panal, luego al PVEM, más tarde al Movimiento Ciudadano y ahora están en Morena, y todo para no estar fuera de la nómina pública, pues esas personas no saben llevar una vida honrada ni ganar su sustento por cuenta propia.

Los maestros que el lunes pasado repudiaron a Ochoa Guzmán en público prometieron ponerle marcaje personal e impedir que vuelva a construir un cacicazgo al interior del SNTE. En pocas palabras, dijeron, le van a impedir que vuelva a robar a nombre de los educadores. Tal es la fama de ese huatusqueño indeseable.

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