Agencias
México.- La Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) de Morena ha iniciado una investigación formal contra su consejero estatal en la Ciudad de México, Andrés Hernández. Este expediente representa una prueba de fuego para los mecanismos internos del partido, pues Hernández no es un militante cualquiera, sino un operador político clave con gran influencia en las alcaldías del sur de la capital.
El núcleo de la investigación radica en un presunto esquema de desvío de recursos públicos. Según las denuncias, Hernández habría utilizado beneficiarios “fachada” para apropiarse ilegalmente de dinero destinado a un programa gubernamental de apoyo a nuevos comercios. El método consistiría en inscribir a personas que recibían los fondos, pero que nunca instalaban los negocios o solo los simulaban.
Este caso pone en entredicho los principios de austeridad y honestidad que Morena pregona como bandera, y ocurre en un contexto donde otras figuras del movimiento también enfrentan graves señalamientos por corrupción y tráfico de influencias. La investigación interna ahora deberá determinar si existen pruebas suficientes para sancionar al consejero, lo que podría derivar en su inhabilitación o incluso en su expulsión del partido.
El desenlace de este proceso será crucial. Si la investigación se lleva a cabo con rigor y transparencia, Morena podría intentar proyectar una imagen de limpieza interna. Sin embargo, si el caso se diluye o se maneja con opacidad, reforzará la percepción de que existe una red de corrupción protegida dentro del partido y que sus operadores clave son intocables, contradiciendo frontalmente su discurso oficial.
