AGENCIA
Pachuca.- Una vez más, las instituciones educativas de México se han visto envueltas en tragedias derivadas del bullying y la presunta negligencia de las autoridades escolares. En Hidalgo, un niño de apenas 11 años perdió la vida tras sufrir un derrame cerebral como consecuencia de presunta violencia escolar.
Los padres de la víctima denunciaron que su hijo, quien asistía al sexto grado en la primaria Benito Juárez, ubicada en la comunidad del Xitzo, municipio de Santiago de Anaya, falleció en el hospital general de Actopan el pasado 7 de marzo. Según el relato del padre del menor, Obed Moreno Salvador, los hechos ocurrieron después de una presunta agresión en la escuela.
El director del plantel, identificado como Rufino “N”, llevó al niño a su hogar tras el incidente, minimizando la gravedad de lo sucedido al afirmar que el menor solo había sido tirado y presentaba lesiones menores en el brazo. Sin embargo, al acudir al hospital, los médicos descubrieron que además de una clavícula zafada, el niño presentaba un derrame cerebral, presuntamente ocasionado por golpes.
A pesar de casi una semana en agonía, el menor falleció la noche del martes. El padre denunció que otros niños presenciaron la agresión y confirmaron que su hijo fue golpeado en la cabeza, lo que provocó el fatal desenlace.
Por otro lado, el pasado 27 de febrero, Miguel Ángel, un niño de 7 años, fue agredido por un compañero dentro de la escuela primaria Juan Escutia de Mixquiahuala, Hidalgo. A pesar de la gravedad de las lesiones, los familiares no recibieron apoyo de las autoridades educativas y tuvieron que trasladar al pequeño al hospital por sus propios medios. Actualmente, el niño corre el riesgo de perder uno de sus ojos.
La Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH) ha afirmado que la muerte del estudiante fue el resultado de una caída, lo que ha generado aún más preocupación y cuestionamientos por parte de la comunidad educativa y la sociedad en general. Estos lamentables sucesos ponen de manifiesto la urgente necesidad de abordar de manera efectiva el bullying y garantizar la seguridad y bienestar de los estudiantes en las escuelas.
