La basílica de San Pedro se ha convertido en el epicentro de un emotivo homenaje global, con más de 90.000 personas que, desde la tarde del miércoles hasta este jueves a las 19:00 horas (hora local), han acudido a dar su último adiós al papa Francisco, según informó la Santa Sede.
La afluencia de fieles ha sido continua, y durante la noche se mantuvo abierto el acceso al velatorio, pese a que inicialmente se había previsto cerrarlo a la medianoche. Esta decisión permitió que todos aquellos que deseaban rendir homenaje pudieran hacerlo sin restricciones, generando escenas de recogimiento y respeto frente al féretro del pontífice argentino.
La Protección Civil italiana estima que la cifra seguirá creciendo durante las próximas horas, previendo que al cierre de la capilla ardiente el viernes por la tarde se superarán los 100.000 visitantes. El alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, confirmó esta tendencia tras una reunión con el comité de seguridad provincial:
“La afluencia al féretro está siendo muy ordenada. Pronto superaremos las 100.000 personas.”
Gualtieri también destacó el eficiente operativo logístico y de seguridad dispuesto por los servicios municipales, que ha permitido que la despedida del papa se desarrolle en un ambiente de tranquilidad y solemnidad.
El funeral, que se celebrará el sábado en la Plaza de San Pedro, espera congregar a alrededor de 200.000 fieles procedentes de distintas partes del mundo. Una vez finalizada la ceremonia, el féretro será trasladado en procesión hasta la basílica de Santa María la Mayor, lugar elegido por el papa Francisco para su descanso eterno.
Este evento mmultitudes acuden al Vaticano para rendir homenaje a Franciscoarca un momento histórico y de profundo simbolismo para millones de católicos, quienes despiden al primer papa latinoamericano, recordado por su cercanía, su mensaje de inclusión y su incansable lucha por los más necesitados.
