Paolo “S.”, un joven de apenas 14 años, fue hallado sin vida en las alturas del volcán Iztaccíhuatl, en Puebla, siete días después de haber salido de casa con la intención de escalarlo solo. La última vez que se supo de él fue el pasado 12 de julio, cuando publicó un video en redes sociales en el que anticipaba el peligro de su aventura: “Aquí la noche se pasa en menos 2 grados (…) me voy a congelar, no traigo ni siquiera sleeping bag”, decía con voz serena, sin saber que sería su despedida.
El adolescente partió desde su domicilio en la colonia Romero de Terreros, alcaldía Coyoacán, en la Ciudad de México. Aunque su desaparición fue reportada hasta el 16 de julio, su madre explicó que era común que Paolo saliera solo a hacer senderismo, razón por la que no dio aviso antes a las autoridades.
Tras ser notificada su desaparición, equipos de rescate estatales, locales y federales se movilizaron en una intensa búsqueda que duró tres días. Finalmente, el cuerpo fue localizado en la zona conocida como Los Portillos, a 4,395 metros de altitud. De acuerdo con el informe forense, Paolo falleció por hipotermia.
Investigaciones preliminares indican que Paolo habría entrado al Parque Nacional Izta-Popo mezclándose con otro grupo de montañistas para evitar los controles de vigilancia.
El caso ha provocado conmoción en redes sociales, donde usuarios han exigido mayor control y vigilancia en zonas naturales protegidas, así como campañas de concientización sobre los riesgos del montañismo sin preparación.
La historia de Paolo no solo deja una profunda tristeza, sino también un llamado urgente a la prevención y al cuidado en las actividades de alta montaña.
