


Tinta Ácida
El Buen Tono
Naranjal, Ver.– La administración de la alcaldesa Aleida Tepepa Márquez está a punto de concluir, pero deja a Naranjal hundido en el agua y el abandono. Las lluvias recientes transformaron al municipio en un lodazal con caminos colapsados, mientras los habitantes siguen sin respuesta de una autoridad que nunca dio soluciones de fondo.
Protección Civil reportó deslaves en Zoquiapa y el desbordamiento de la barranca en Axalpa, donde toneladas de tierra bloquearon accesos. Sin embargo, vecinos denuncian que los escombros y el lodo permanecen por días sin ser retirados, lo que agrava el riesgo de accidentes y mantiene a varias familias incomunicadas. “Cada tormenta nos deja enterrados en tierra y nadie viene rápido a quitarnos el paso”, reclamaron pobladores.
Los habitantes aseguran que el problema no es nuevo, sino consecuencia de la indiferencia municipal. En lugar de reforzar caminos y atender los puntos vulnerables antes de la temporada de lluvias, el Ayuntamiento de Aleida Tepepa dejó pasar los años con promesas incumplidas y una respuesta tardía que siempre llega cuando ya hubo daños.
De acuerdo con el meteorólogo Jesús García, las lluvias seguirán en la región serrana, lo que anticipa más inundaciones y deslaves. Para la población de Naranjal, esto significa repetir la historia: quedarse atrapados entre lodo, barrancas desbordadas y la indiferencia de una alcaldesa que se va sin haber protegido lo más básico, la seguridad de su gente.

