Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- Una mujer con diagnóstico de apendicitis fue obligada a permanecer en una silla por más de 3 horas en el Hospital Regional de Córdoba “Yanga”, pese al inminente riesgo de que su apéndice estallara, según denunciaron sus familiares.
Los hechos ocurrieron la mañana del martes, cuando personal médico del centro hospitalario se negó a otorgar el alta voluntaria, impidiendo que la paciente fuera trasladada a un centro de atención particular. “Me niegan llevármela”, expresó uno de los familiares, evidenciando la indiferencia de los médicos.
El caso, lejos de ser aislado, confirma el patrón de negligencia que impera en el nosocomio bajo la administración de Roberto Carlos García, actual director, quien ha permitido que el hospital funcione en condiciones deplorables, sin capacidad de respuesta ante emergencias. Mientras pacientes agonizan en pasillos y sillas, la dirección permanece muda, sin asumir responsabilidad alguna. En lugar de garantizar atención digna y oportuna, se protege un esquema de omisión, indolencia y desinterés, con el silencio cómplice de quienes encabezan la institución.
