De la redacción
El buen tono
Córdoba.– El hijo del alcalde de Córdoba, Juan Martínez Flores, se ha convertido en símbolo del derroche y el abuso de poder que marcan a la administración municipal de Morena. Con cero antecedentes de trabajo formal, Juan Carlos Martínez Báez presume una vida de lujos que coincide con el periodo en el que su padre gobierna.
El 3 de junio de 2024 emplacó en Morelos una camioneta Cupra Formentor 2024, valuada en más de $899,900.00, vehículo que suele estacionar afuera de la casa que comparte con el alcalde o frente al Hospital Santa Elena, propiedad de su padre.
Las conexiones familiares también le han asegurado beneficios para sus relaciones sentimentales: dos de sus ex parejas ocupan direcciones en el ayuntamiento con sueldos superiores a 35 mil pesos. A través de una de ellas, dueña de un bar en Fortín, el gobierno municipal contrató servicios de cafetería y banquetes para eventos oficiales.
La actual novia de Martínez Báez, la doctora Eva —empleada del Hospital Santa Elena—, celebró su cumpleaños en las instalaciones de la Policía Municipal, ubicadas en Las Arboledas y por las cuales el ayuntamiento de Córdoba paga una renta anual de $780,000.00. El uso de un espacio público para fines personales desató indignación ciudadana.
En cuatro años de administración, los hijos del alcalde Juan Martínez Flores se han beneficiado con privilegios y lujos que apuntan al nepotismo y corrupción como marcas registradas del llamado “Gobierno del Renacimiento” en Córdoba.
