Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- La Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, en el Barrio de las Estaciones, volvió a convertirse en punto de encuentro para decenas de familias que acudieron a la misa de los inditos, presidida por el obispo Eduardo Carmona Ortega, en el marco de las festividades del 12 de diciembre. Los niños, ataviados como San Juan Diego, fueron protagonistas de la ceremonia, que reunió devoción y tradición.
Durante la homilía, el prelado destacó que esta práctica mantiene viva la identidad cultural y religiosa de la región, recordando que la vestimenta de los menores es un homenaje al mensaje de la Virgen de Guadalupe.
Señaló que la sencillez de la representación refleja la fe y la esperanza que caracteriza a la comunidad mexicana.
Las familias asistentes resaltaron la importancia de transmitir estas costumbres a las nuevas generaciones, y destacaron que la participación infantil fortalece la unión y la convivencia comunitaria. Entre cantos y plegarias, los niños recibieron la bendición que los convierte en testigos de la devoción guadalupana.
La ceremonia en La Lupita se consolidó como uno de los actos más importantes de las celebraciones por la Virgen de Guadalupe en Córdoba, reafirmando el fervor de la comunidad y la relevancia de mantener viva una tradición que une fe, cultura y familia.


