

Oslo.- La temporada de los premios Nobel arranca el lunes, con los nombres del estadounidense Edward Snowden, el papa Francisco y la paquistanн Malala Yusafzai mencionados para el premio de la Paz.
Para el Nobel de la Paz, que se entregará el viernes 10 de octubre, hay una cifra récord de 278 candidaturas. La lista completa es secreta pero algunos nombres fueron revelados por quienes los propusieron.
Entre ellos figura Snowden, ex consultor de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, que dio a conocer la magnitud de la vigilancia electrónica realizada por ese país.
Kristian Berg Harpviken, director del Instituto de Investigación para la Paz de Oslo (PRIO), es uno de los contados expertos que publica una lista de favoritos, aunque luego nunca acierta. Este año pone en cabeza de lista al papa Francisco, por delante de Snowden, al que ve como un personaje controvertido porque “muchos lo siguen viendo como un traidor y como alguien que ha infringido la ley”.
Otros no se lo creen ni por un instante. “Sería realmente valiente”, según Robert Haardh, presidente de Civil Right Defenders, una ONG sueca. “Pero viendo su pasado, no me lo imagino. Demasiado polémico, y los escandinavos sienten demasiado apego por Estados Unidos”.
La candidatura del papa Francisco también despierta polémica.
Según Berg Harpviken, “la profundamente injusta distribución mundial de las riquezas hace daño a la paz”, y el Papa “ha llamado la atención sobre la suerte de los pobres y la necesidad de una nueva lógica de desarrollo y redistribución económica”.
Otros expertos imaginan que el Comité Nobel no quiere recibir los mismos reproches que cuando premió a Barack Obama en 2009, menos de un año después de su llegada a la Casa Blanca.
Otros favoritos lo eran el año pasado, como Malala Yusafzai, de 17 aсos, militante del derecho a la educación atacada por los talibanes en su país, o el médico Denis Mukwege, que atiende a las mujeres violadas en el este del Congo.
El Nobel también podría ir a Rusia, por ejemplo al diario opositor Novaya Gazeta (cofundado por Mijaíl Gorbachov en 1993 con el dinero de su Premio Nobel), o a Bielorrusia, al militante de los derechos humanos Ales Bialiatski.
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