Denuncian agresión y abuso de taxistas en el sitio “Sierra del Gallego”
Vecinos y trabajadores del transporte acusan a integrantes del sitio de taxis “Sierra del Gallego” de agresiones físicas, intimidación y cobros excesivos, amparados presuntamente por líderes del gremio y fundaciones locales.
Córdoba.- Un nuevo hecho de violencia se registró la tarde de este jueves en la zona de la avenida 6, donde la taxista identificada como Yolanda (unidad 1727), pareja de la líder del sitio “Sierra del Gallego”, Liliana (unidad 1135), agredió físicamente a otro taxista, a quien incluso le rompió la camisa, según se aprecia en un video que circula en redes sociales. La agresión ocurrió mientras el conductor afectado, conocido como “el chilango”, acudía a recoger un servicio sin interferir con los demás trabajadores del lugar.
Testigos aseguran que el sitio opera con total impunidad, ya que su líder Liliana presume contar con el respaldo de la Fundación Job, lo que, según denuncian, les otorga un supuesto “blindaje” ante las autoridades. En esta ocasión, pese a que el video muestra a Yolanda como la agresora, fue únicamente el taxista golpeado quien terminó detenido tras la llegada de la policía.
“Se valen de que son mujeres para victimizarse, pero actúan en grupo, con violencia y prepotencia”, señalaron testigos que piden permanecer en el anonimato por temor a represalias. Además, acusan que en el sitio impera una política de acoso hacia otros taxistas, a quienes se les impide trabajar libremente en la zona. De no obedecer, son insultados o incluso agredidos físicamente, como ocurrió recientemente con otro conductor muy conocido en la zona de la sierra, también atacado por este grupo.
También se denuncia que las tarifas del sitio son excesivas, que se brindan servicios colectivos sin autorización y que los usuarios enfrentan maltratos y amenazas. La comunidad exige que las autoridades de transporte intervengan de inmediato para detener los abusos.
“El dueño del sitio, conocido como Job, está enterado de todo lo que ocurre y no ha hecho nada. Ya no queremos más violencia ni prepotencia, exigimos respeto y condiciones dignas para quienes necesitan trabajar o usar el servicio”, concluyen los afectados.
