


Sandra González
El Buen Tono
ORIZABA.- Mientras el Gobierno federal insiste en presumir proyectos de infraestructura como sinónimo de progreso, en la región de las Altas Montañas el anuncio de dos nuevas casetas de peaje en la autopista México-Veracruz y que estarían entre Cecilio Terán (Balastrera) y Rancho Trejo, en Amatlán de los Reyes, fue recibido como una muestra de retroceso y desconexión con la realidad económica local.
El vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez, advirtió que esta medida no representa desarrollo, sino una carga adicional para los sectores productivos, que enfrentan altos costos logísticos y limitaciones en movilidad.
“La población había visto no sólo como un logro, sino avance, la eliminación de la caseta de peaje 045 de Fortín de la Flores y que dificultaba la comunicación, el transporte de mercancías y desarrollo industrial”, mencionó el sacerdote al recordar que fue un triunfo ciudadano frente al abuso recaudatorio.

