La Playa Sol, ubicada en Paraíso, Tabasco, ha sido cerrada al público debido a la presencia de grandes manchas de chapapote que han invadido la zona costera. El gobierno municipal de Paraíso, hogar de la refinería Olmeca, emitió una alerta sobre la contaminación química, aunque hasta el momento, las autoridades municipales, estatales y federales no han proporcionado información sobre el origen de estos residuos.
Este incidente de contaminación no es aislado. Solo el mes pasado, Tabasco fue testigo de dos eventos preocupantes: la aparición de peces muertos en el Río Seco, cercano a la refinería Olmeca, y el cambio de color del agua del afluente, que se tornó rosa sin una causa aparente.
La aparición de manchas de chapapote en la playa ha intensificado la preocupación entre los residentes de la región. Los vecinos han manifestado su inquietud, sugiriendo que la contaminación podría estar relacionada con actividades industriales. La Comisión Nacional del Agua, por su parte, ha atribuido el cambio de color del agua a algas de la familia de cianobacterias, aunque los habitantes insisten en que nunca antes habían observado fenómenos similares y exigen una explicación clara de Pemex.
Este último incidente destaca la creciente preocupación por el impacto ambiental de la industria en la región y la necesidad de una mayor transparencia y responsabilidad por parte de las empresas y autoridades involucradas.