


Australia.- Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia no fueron capaces de acercar posiciones sobre la situación en el este de Ucrania durante la cumbre de jefes de Estado y de gobierno del G20 en Brisbane. Las relaciones entre los países occidentales y Rusia alcanzaron un nivel de tensión máxima cuando el presidente ruso, Vladímir Putin, abandonó el encuentro antes de que terminara.
Putin no asistió al almuerzo de líderes del domingo, aunque sí lo hizo su ministro de finanzas, Anton Siluanov. “Nos llevará nueve horas viajar de aquí a Vladivostok y luego otras nueve horas hasta Moscú. Necesito llegar a casa, el lunes tengo que ir al trabajo y necesito dormir al menos cuatro o cinco horas”, explicó Putin en una rueda de prensa para medios rusos. “Es la única razón”, añadió.
Durante el fin de semana, buena parte de los países del G20 expresó su descontento por la presencia de tropas y armamento pesado ruso en el este de Ucrania. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dejó la puerta abierta a imponer más sanciones “si Rusia continúa violando la ley internacional, violando el acuerdo de Minsk y dando armas a los rebeldes”.
Obama se ha visto con Putin varias veces en la última semana, tanto en el G20 en Brisbane como en la cumbre del Foro de Cooperación Asia-Pacífico en Pekín.
“La desestabilización continuada de Ucrania es simplemente inaceptable”, aseguró el primer ministro británico, David Cameron, que abordó el tema durante una reunión entre los países europeos y la delegación estadounidense. “Continuaremos manteniendo nuestras sanciones contra Rusia”, afirmó, y añadió que “continuaremos haciendo presión, y si Rusia continúa desestabilizando Ucrania, pondremos en marcha nuevas medidas”.
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