Adriana Estrada
El Buen Tono
Orizaba.- Lo que inició como una promesa de “mantenimiento rápido” en la autopista 150D, se ha convertido en un infierno cotidiano para miles de conductores, pues la obra que se realiza a la altura de Jalapilla, aún no concluye, donde no solamente han generado caos vial crónico, sino que han detonado un aumento alarmante de asaltos y accidentes automovilísticos en esa zona.
La negligencia en la gestión del proyecto por parte de Caminos y Puentes Federales (Capufe) y la opacidad sobre los plazos de entrega, han dejado a la población en un limbo de inseguridad y desesperación, donde la fila de tráfico para solamente “atravesar” ese tramo del kilómetro 228 al 230, es muy extensa.
Este jueves, el tramo de la autopista entre el PIVO y Los 500 Escalones, en dirección a Puebla, colapsó nuevamente debido a los trabajos que se realizan en el kilómetro 228-230, donde el retraso de tiempo fue de más de 30 minutos para pasar, poniendo en riesgo a los conductores, para ser asaltados, pues ya se han registrado atracos en ese tramo, derivado de los trabajos.
“Estas obras son un reflejo de la mala planeación urbana. No hay supervisión, no hay transparencia, y mientras tanto, la gente paga con su tiempo y seguridad”, externó un conductor.
En el tiempo que lleva la obra se han registrado accidentes de automovilistas y robos en ese tramo, y aunque las autoridades de Capufe insisten en que los trabajos son “prioritarios”, no han ofrecido explicaciones sobre los retrasos ni ha implementado medidas concretas para proteger a los usuarios.
