Efraín Hernández
El Buen Tono
A 35 días de terminar su gestión, el presidente municipal Gerardo Rosales Victoria decidió arrancar proyectos de última hora cuya mala ejecución confirma el deterioro de su administración. Junto con el responsable de Infraestructura, Enrique Gaspar Falcón, puso en marcha intervenciones improvisadas que reflejan prisa, ausencia de planeación y evidente desprecio por la población.
Entre los casos más criticados se encuentra el tramo del bulevar Córdoba–Fortín, específicamente frente a una plaza comercial muy concurrida. Ahí comenzaron labores apresuradas, con materiales cuestionables y sin señalización adecuada. El resultado: tráfico vehicular.
Las maniobras se realizan justamente en horas pico, cuando cientos de conductores circulan por el corredor metropolitano. Esta decisión, vista como un intento desesperado por simular cumplimiento, ha provocado reclamos constantes de residentes y visitantes que consideran estas acciones una burla tras cuatro años marcados por deficiencias, irregularidades y obras inconclusas.


