Sandra González
El Buen Tono
Orizaba.- La reciente información sobre el desmantelamiento de una refinería clandestina en Coatzacoalcos, Veracruz, puso de manifiesto la dimensión del crimen organizado en el país, su nivel de sofisticación y la impunidad con la que opera. Para el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez, este caso deja al descubierto no sólo una actividad ilícita, sino un entramado que pone en riesgo la paz social, el orden laboral y la economía nacional.
“Esto evidencia la impunidad con la que el crimen organizado opera. Implica tráfico, falta de condiciones de seguridad laboral para quienes ahí trabajan y genera otras dinámicas que atentan contra nuestra sociedad y los individuos”, señaló, al considerar que este no es un hecho aislado, sino un modelo que podría estarse replicando en otras regiones del país.
Insistió en que las autoridades tienen la capacidad de descubrir y frenar estos delitos cuando se lo proponen, sin embargo, cuestionó por qué no se actúa con igual contundencia de forma constante.
El hallazgo de la refinería ilegal fue informado por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana. El operativo permitió asegurar siete tanques móviles de gran capacidad, cuatro tanques verticales, infraestructura especializada y 500 mil litros de crudo con un valor estimado de 25 millones de pesos; cerca de 1.25 millones de dólares.
El vocero llamó a no minimizar el caso: “No ha de ser el único lugar que se trabaja de este modo, ya existe un método, y se tiene que investigar y compartir todo lo que afecta a nuestra nación”.
