De la Redacción
El Buen Tono
Orizaba.- Con evidente retraso frente a la realidad que ya vive la ciudad, el gobierno municipal de Orizaba, encabezado por el alcalde Juan Manuel Diez, puso en marcha de manera oficial este viernes el Operativo “Guadalupe-Reyes”, destinado a salvaguardar la integridad de visitantes y ciudadanos durante la temporada de festividades.
El arranque oficial, que coincide con el día de la Virgen de Guadalupe, llega cuando las peregrinaciones masivas hacia el Santuario de La Concordia comenzaron a arribar a la ciudad desde mediados del mes de noviembre, lo que demuestra una desconexión entre la calendarización administrativa y las dinámicas sociales y religiosas que desde hace semanas saturan las calles, avenidas de acceso y alrededores del templo.
En el acto protocolario, las autoridades municipales justificaron el operativo como una acción integral para generar “entornos de seguridad” ante la afluencia de cientos de turistas y peregrinos. Sin embargo, la estrategia, que implica coordinación entre policía, tránsito, protección civil y servicios de salud, no se activó de manera preventiva hace tres o cuatro semanas, cuando el flujo de personas ya era considerable.
Aunque la finalidad se supone es salvaguardar la integridad de los visitantes y ciudadanos, choca con la experiencia vivida por orizabeños y peregrinos durante los fines de semana previos al 12 de diciembre, caracterizados por aglomeraciones, tráfico vehicular caótico y una presencia policial que parecía responder más a la inercia del momento que a un plan estructurado.
Orizaba, por tradición y ubicación, es un punto focal de peregrinación desde noviembre, por lo que un operativo de esta naturaleza debería ser, por definición, preventivo. Su activación el mismo día de la festividad máxima lo convierte, en los hechos, en una medida reactiva y tardía, que intenta ponerse al corriente de una situación que ya desbordó la fase inicial.


