De la Redacción
El Buen Tono
IXTACZOQUITLÁN.- Una vez más, el secretario de Turismo de Veracruz, Igor Rojí López, enfrenta cuestionamientos tras cometer otro desliz en un evento oficial. Durante la inauguración del malacate de Tuxpango, Ixtaczoquitlán, el funcionario afirmó equivocadamente que se encontraba en un teleférico, lo que generó críticas por su desconocimiento de los proyectos que promueve y ha levantado sospechas sobre demencia senil.
Este no es el primer incidente de este tipo. Anteriormente, Rojí aseguró que en Totutla, municipio en la región de las Altas Montañas, a más de mil 500 metros sobre el nivel del mar, existe una playa, afirmación que resulta absurda para quienes conocen la geografía veracruzana, ya que Totutla se caracteriza por su clima templado, cafetales y barrancas, lejos de cualquier costa.
Los errores del secretario han sido calificados por ciudadanos como muestra de que puede tener demencia senil, aun cuando ha presumido viajar mucho, algo que resulta preocupante al no distinguir entre un malacate y un teleférico. Las equivocaciones del funcionario estatal, dejan ver su incapacidad para ocupar un cargo de tanta relevancia, por lo que algunos críticos señalan que sus constantes desaciertos podrían ser indicio de un deterioro en sus facultades mentales, mientras que otros los atribuyen a una falta de compromiso con sus responsabilidades.
La repetida equivocación del secretario de Turismo de Veracruz en eventos oficiales evidencia, además, una alarmante situación sobre su trabajo y proyectos que promueve, pues este nuevo episodio revela su desinformación sobre proyectos turísticos del estado, lo peor es que lo hizo ante autoridades locales y ciudadanos.
Este desliz no es un simple error de dicción, sino un síntoma de un problema mayor: la aparente falta de preparación, información básica y conocimiento profundo de los destinos y proyectos que la Secretaría está impulsando. No es la primera vez que el secretario Rojí comete una equivocación de este tipo en un evento público, lo que consolida una percepción de improvisación y lejanía de la realidad turística veracruzana.


