Señalamientos directos contra Manuel Alonso Cerezo, acusado de falsear la realidad y usar el tema para encubrir intereses inmobiliarios.
Nayeli Ríos
El Buen Tono
Córdoba, Ver.— El debate sobre los parquímetros se ha convertido en el primer ardid político del siguiente gobierno municipal. El presidente municipal electo, Manuel Alonso Cerezo, identificado como cabeza del cártel inmobiliario, es señalado por faltar a la verdad y por intentar colocar este asunto como una “caja chica” con la que busca desviar la atención pública mientras se perfilan decisiones orientadas a beneficios privados y no al interés colectivo.
En lugar de ofrecer certidumbre, el próximo edil ha optado por la opacidad y el doble discurso, una táctica que fortalece la percepción de que el tema del estacionamiento regulado es un montaje. Para distintos sectores sociales, la insistencia en este punto pretende ocultar asuntos de fondo como el manejo del suelo urbano, los negocios de desarrolladores y los acuerdos que marcarán el arranque de su gestión.
Persiste la incógnita sobre si el esquema de cobro por estacionamiento será eliminado, ajustado o conservado en el centro de la ciudad y áreas aledañas, sin que hasta ahora exista una postura pública que aclare el rumbo ni los criterios que se aplicarían en una eventual determinación administrativa.
Desde su instauración, los parquímetros han provocado rechazo por las afectaciones a la circulación, la actividad comercial y el aprovechamiento del espacio común. No obstante, el nuevo gobierno ha evitado un análisis abierto y responsable, alimentando la sospecha de que el tema será explotado como distractor mientras se consolidan otros intereses.


