CD. DE MÉXICO.- Parecía un payaso cualquiera buscando ganar monedas en las calles de la Ciudad de México, pero en realidad era el rostro oculto detrás de una terrible historia de abusos dentro de un viejo hotel.
En ese lugar una niña de apenas 4 años de edad era prostituida por su madre (que era sexoservidora) y el payaso era el encargado de conseguir a los clientes en la calle.
Una llamada anónima puso al descubierto este caso, por lo que la Fiscalía de Trata de Personas adscrita a la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, inició las investigaciones correspondientes. Por varias semanas los investigadores siguieron al payaso y a una mujer por calles de la ciudad hasta que se confirmaron las denuncias de lo que sucedía dentro del viejo hotel.
Desafortunadamente ahí se descubrió que la pequeña de apenas cuatro años de edad no fue la única víctima de la trata de menores. Otras pequeñas también eran prostituidas en ese terrible lugar.
