


De la redacción
El Buen Tono
Singapur.- El Gran Premio de Singapur dejó un sabor agridulce para McLaren este domingo. Aunque el equipo británico aseguró el título mundial de constructores, la atención se centró en la intensa disputa en pista entre sus pilotos, Lando Norris y Oscar Piastri.
La polémica comenzó al inicio de la carrera en el circuito callejero de Marina Bay, cuando Norris impactó a su coequipero y a Max Verstappen al entrar en una curva. Al finalizar la competencia, el británico defendió su maniobra ante las críticas por su agresivo adelantamiento. “Todos en la parrilla habrían hecho exactamente lo mismo que yo hice”, aseguró Norris, justificando su estrategia en el riesgo calculado de colocarse por el interior de un hueco disponible.
Por su parte, Piastri expresó su molestia por radio, cuestionando si el equipo estaba de acuerdo con que Norris lo apartara del camino. McLaren mantuvo su decisión de “dejarlos correr”, dejando que los pilotos definieran la carrera, aunque este enfoque generó debate, sobre todo porque el equipo había intervenido en situaciones similares en otras competencias bajo sus llamadas “reglas papaya”.
A pesar de la tensión interna, McLaren celebró su título de constructores con seis carreras por disputarse, consolidándose como uno de los equipos más dominantes de la temporada 2025. Sin embargo, en la lucha por el título de pilotos, Piastri lidera con 336 puntos, seguido de cerca por Norris con 314 unidades, mientras Verstappen marcha tercero con 273 puntos.
La celebración del equipo evidenció la tensión entre los pilotos: Piastri no participó del festejo inicial, aparentemente ocupado en entrevistas, mientras que el equipo británico no lo esperó, reflejando que la rivalidad interna aún está lejos de resolverse.
El futuro de McLaren promete más emoción, pues con tres victorias consecutivas esquivas y la batalla interna entre Norris y Piastri, la temporada de F1 sigue al rojo vivo.

