

AGENCIA
Ciudad de México.- Petróleos Mexicanos (Pemex) enfrenta uno de los momentos más críticos de su historia reciente. De acuerdo con su reporte operativo correspondiente a mayo de 2025, la petrolera nacional registró una producción diaria de un millón 636 mil barriles, prolongando así su racha más baja de extracción en al menos 35 años.
Según los datos publicados por la empresa estatal, el volumen incluye la producción realizada en conjunto con sus socios y representa un aumento marginal de apenas 0.5 por ciento (%) (9 mil barriles) respecto a abril, cuando se extrajeron un millón 627 mil barriles por día.
Producción en caída sostenida
En lo que va del año, Pemex ha promediado una producción diaria de un millón 621 mil barriles, cifra que se mantiene como la más baja desde enero de 1990, de acuerdo con los registros disponibles. El desplome de la producción ha sido progresivo desde abril de 2024, cuando la petrolera rompió la barrera de los 1.8 millones de barriles diarios. Para noviembre de ese año, el descenso cruzó la línea de los 1.7 millones y desde entonces no ha logrado recuperarse.
En marzo pasado, la caída alcanzó uno de sus puntos más críticos, con una producción de apenas 1 millón 602 mil barriles diarios, cercana al umbral de los 1.6 millones.
Servicios petroleros al borde del colapso
El escenario podría empeorar aún más. La Asociación Mexicana de Empresas de Servicio Petrolero (Amespac) advirtió que la falta de pagos por parte de Pemex ha generado una crisis severa en la cadena de proveeduría, afectando la continuidad operativa de múltiples compañías del sector.
Manuel Espino, presidente de Amespac, alertó que muchas empresas proveedoras ya han reducido sus actividades debido a la falta de liquidez, lo que compromete su capacidad para operar a partir de julio.
“Nuestro flujo de caja está comprometido. En estas condiciones, no se puede garantizar la continuidad de las operaciones más allá del corto plazo”, indicó Espino.
Riesgo estructural para la industria energética
La situación actual de Pemex refleja no solo problemas de gestión interna, sino un riesgo estructural que podría impactar en toda la industria energética nacional. La caída en la producción, combinada con la falta de cumplimiento de pagos a proveedores, pone en entredicho la viabilidad operativa de la empresa más importante del Estado mexicano.
Expertos y analistas han llamado al gobierno federal a intervenir con urgencia para estabilizar las finanzas de Pemex, evitar un colapso en el sector de servicios petroleros y definir una estrategia clara para revertir la tendencia de caída en la producción. Mientras tanto, la petrolera continúa marcando récords negativos, en un contexto que pone en jaque su papel como motor energético del país.
En contexto: imagina que tienes una tiendita que genera 100 mil pesos al mes, de los cuales quitas costos de producción y salarios, quedándote con 15 mil, que es un buen margen de ganancia. De repente en un mes nadie quiere comprarte y tus ventas bajan a 57 mil al mes.
AMLO decía que no era ciencia extraer petróleo y a éstas alturas México ya sería autosuficiente.
Preocupante la situación de Pemex, y más sabiendo que se drenan recursos que cubren con impuestos los ciudadanos.
Las familias mexicanas (como las latinoamericanas en general) deben protegerse frente a los riesgos que hoy existen para su patrimonio. No es “dramatizar” ni “escandalizar”, simplemente entender que el Riesgo País ha ido en aumento y que es una obligación y un derecho DIVERSIFICAR para que protejan su patrimonio de diferentes peligros.
