Adriana Estrada
El Buen Tono
Orizaba.- Los principales riesgos que se prevén ante la reducción de la reforma laboral son el aumento de la informalidad, el aumento de costos laborales incluyendo los impuestos, la afectación a la atención al cliente, así como posible pérdida de empleos, señaló Juan Manuel Vega López, vicepresidente de la Canacintra en Orizaba.
El proceso de reducción de horas laborales está ignorando la realidad operativa de las micro, pequeñas y medianas empresas familiares del país mientras avanza la reforma, su funcionamiento y competitividad se están viendo comprometidos.
Refirió que el comercio, los servicios y el turismo, generan 65 de cada 100 empleos formales, mientras que la industria manufacturera, impulsada por la Canacintra, tiene el 29 por ciento de su sector, que se traduce en un 5 por ciento del empleo formal en el país, y en conjunto representan el 70 por ciento del empleo formal en el país, traducido en el motor de la economía nacional.
“La reducción de la jornada laboral puede representar un avance, pero si se aplica de manera uniforme y sin considerar la diversidad de los sectores primario, secundario y terciario, podría comprometer la estabilidad de los negocios y el sustento de quienes dependen de ellos”, agregó.
En consenso con agremiados, el 64 por ciento de personas, dueñas de negocios y empresas, consideran inviable una reducción inmediata de 18 a 40 horas sin que se afecte su operación, mientras que el 71.1 por ciento considera que el aplicar la medida representa un aumento en los costos operativos, aun cuando fuera paulatina.
Más de la mitad de empresarios tendrán dificultades para cubrir turnos o mantener el nivel de servicio, mientras que las principales inquietudes son el aumento de costos laborales, incluyendo los impuestos, la afectación a la atención al cliente, así como la posible pérdida de empleos.
