

Por su incapacidad, Córdoba paga las consecuencias
José Balcázar
El Buen Tono
CÓRDOBA, VER.- La falta de cultura vial y la pésima planeación en la reducción de la calle 3, a un costado del parque 21 de Mayo, siguen generando estragos en la movilidad del centro histórico, donde una vez más se registró un accidente por la negligencia municipal.
La madrugada de este sábado, un automovilista se subió a la banqueta y se llevó por delante cuatro bolardos que delimitan el arroyo vehicular, evidencia de que la reconfiguración de esta vialidad fue mal ejecutada y sin estudios técnicos adecuados.
Lejos de promover educación vial entre los conductores, el presidente municipal Juan Martínez Flores ha demostrado ser incapaz de generar orden en la circulación urbana, pero eso sí, ha permitido que los agentes de Tránsito, encabezados por el marino Edgar Castro Meza, se dediquen a extorsionar a automovilistas con retenes arbitrarios y cobros ilegales.
Mientras el caos se apodera del primer cuadro de la ciudad, los elementos de Tránsito priorizan el hostigamiento a motociclistas, repartidores y ciudadanos comunes, sin atender los puntos verdaderamente conflictivos. La omisión de la autoridad municipal solo confirma que la seguridad vial no es prioridad para la actual administración.
