En el frío y silencioso paisaje de Marte, un objeto ha captado la atención de científicos y curiosos por igual. El rover Perseverance, de la NASA, compartió recientemente una fotografía que fue elegida como su “Imagen de la Semana” por votación pública. La protagonista: una roca con una forma tan peculiar que algunos la describieron como un casco medieval, mientras que otros no descartaron que pudiera tratarse de un vestigio extraterrestre.
La roca, bautizada por el equipo científico como Horneflya, ha generado todo tipo de especulaciones en redes sociales. Algunos aseguran que podría ser un fragmento de alguna misión previa a Marte, mientras que otros no dudan en imaginar un objeto alienígena olvidado en el planeta rojo.
Sin embargo, la explicación científica es mucho más terrenal. Según David Agle, portavoz del equipo Perseverance, Horneflya no es un casco ni un fragmento de nave estrellada. Se trata de una formación rocosa compuesta casi en su totalidad por esférulas, pequeñas partículas originadas por actividad volcánica o impactos de meteoritos. Su curioso perfil tipo sombrero sería el resultado de millones de años de erosión por viento, antiguos flujos de agua subterránea y otros procesos geológicos propios de Marte.
A pesar de la explicación oficial, la imaginación de los internautas sigue volando. No es el primer hallazgo extraño en Marte: cilindros, figuras humanoides y formaciones que parecen “puertas talladas en roca” han alimentado teorías sobre posibles civilizaciones perdidas o rastros de tecnología alienígena.
Mientras la ciencia ofrece respuestas claras, el misterio y la fascinación por Marte continúan: ¿roca común o vestigio de algo mucho más extraordinario?
