
Orizaba, Ver.- A pesar del creciente cúmulo de denuncias ciudadanas y la indignación generalizada entre activistas en defensa de los animales, el Ayuntamiento de Orizaba, presidido por Juan Manuel Diez Francos, ha optado por la omisión, pues no hay ni una sola investigación formal, ni un solo responsable sancionado, ni una señal de voluntad política para erradicar el maltrato en la Unidad de Manejo Ambiental (UMA).
El caso más reciente que encendió las alarmas fue la muerte del canguro Skippy, sumado al fallecimiento de un mono araña. A ello se agregan impactantes videos difundidos por ciudadanos, donde se observa a coyotes devorando a una cría de conejo y a jabalíes siendo golpeados con palas por personal de la UMA.
