De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- Con una demanda activa de 70 millones de pesos por parte de la empresa Kenworth y bajo señalamientos de fraude, lavado de dinero y vínculos con el crimen organizado, Manuel Alonso Cerezo, candidato impugnado de Morena, se reunió el pasado jueves en secreto con empresarios en el restaurante Tangos.
Rodeado de escoltas, el aspirante mostró su miedo mientras negocia en lo oscuro, al mismo tiempo que busca gobernar Córdoba con un historial marcado por corrupción, autorrobos de tráileres y operaciones ilegales.
Según información confirmada, Alonso opera desde hace años un esquema de fraude mediante su empresa Trabal, de transportes, simulando robos de tráileres para cobrar los seguros y así renovar sus unidades, acumulando parte de su fortuna con estos actos.
Además, existen señalamientos directos por lavado de dinero, vínculos con el crimen organizado y su participación como líder en el llamado cártel inmobiliario. A pesar del historial de corrupción y operaciones ilícitas, el aspirante de Morena busca gobernar el municipio de Córdoba, generando preocupación entre diversos sectores de la sociedad por los antecedentes que arrastra.
