CD. Mendoza.- El enfrentamiento a balazos, entre hombres armados y policías, que se registró el pasado 2 de septiembre en el primer cuadro de la Ciudad, cobró la vida de un comerciante y puso en evidencia la ausencia de protocolos de seguridad para proteger la integridad de civiles, a quienes trataron como delincuentes.
Lo anterior, se dio a conocer ayer durante una reunión en la Sala de Cabildo del Palacio municipal, a la que asistieron personas que se dedican a la venta de diferentes artículos, quienes manifestaron varios problemas después de los hechos violentos de hace siete días.
Indicaron que son 300 comerciantes del mercado Morelos y El Águila, taxistas e integrantes de Alianza Ciudadana, los que resultaron afectados.
“Hay casas y establecimientos dañados por proyectiles de armas de fuego, 40 ciudadanos afectados psicológicamente, además de pérdidas económicas por miles de pesos en mercancías y productos perecederos”, denunció el líder de los vendedores, Trinidad De Los Santos.
A quienes les tocó vivir momentos de pánico por estar cerca de donde se suscitaron los hechos violentos, hablaron de las consecuencias que tuvo la balacera para los negocios, amas de casa y escuelas.
Por lo que ayer decidieron cerrar durante cuatro horas la avenida Hidalgo, en lo que dialogaban con ediles ante la ausencia del alcalde Reene Huerta Rodríguez, quien les hizo llegar apoyos escolares y la promesa de canalizarlos con médicos y psicólogos, para tratar los efectos que les dejó el suceso.
Fallece un comerciante
Los líderes de 600 comerciantes de los zocos: Trinidad De los Santos Marcelino, Facundo Martínez y Esteban Cortés Bello, lamentaron la pérdida de quien fue un vendedor toda su vida, pero falleció al otro día de la balacera, a consecuencia de una crisis nerviosa que no logró controlar, la que finalmente le provocó un infarto fulminante al corazón.
Indicaron que su compañero vendía bisutería, desafortunadamente no lograron estabilizarlo tras sufrir una fuerte impresión, porque quedó en el fuego cruzado.
“Es el hecho más triste, independientemente del daño psicológico y pérdidas materiales que sufrieron los 40 compañeros de esa área, por eso venimos a pedir apoyo psicológico, económico o médico, ese es el propósito de nuestra acción”, precisó de los Santos Marcelino.
Puntualizó que 40 de sus representados resultaron afectados al salir corriendo para ponerse a salvo, por ello parte de su mercancía se las robaron, se dañaron o ya no se vendieron, porque por temor las personas dejaron dos días de realizar compras en el interior del zoco.
Pensó a su hijo muerto
Por su parte, la comerciante María del Pilar González Hernández, testificó que: “Vi mi casa con más de 100 impactos de bala y creí que mi hijo había muerto”.
Añadió que durante ese día vivió el más grande temor que una madre pueda sentir, porque creyó que había perdido a su descendiente, “pero gracias a Dios, estaba en su recámara ese día cuando llovieron los disparos”.
Hizo notar que su vivienda se ubica frente a la Clínica del IMSS en la calle Belisario Domínguez, “la acribillaron completamente con mi hijo dentro, ahí fueron policías quienes derrumbaron la puerta, sometieron a su vástago, un amigo y destrozaron pertenencias buscando a un presunto delincuente”.
Subrayó que el joven está aterrado, dañado psicológicamente, además de que hay destrozos desde su recámara hasta la cocina.
Destacó que hasta el momento ninguna autoridad se acercó a dialogar con ella, los policías sólo le dijeron que estaban en persecución de un criminal, por ello fue que entraron a su casa.
Respaldo
El líder de Alianza Ciudadana, Roberto Huerta Abad, explicó que su presencia en el Palacio municipal fue para apoyar a los comerciantes, por los graves hechos ocurridos el 2 de septiembre.
Añadió que: “Cuando suceden eventos de alto impacto o riesgo, siempre hay unidad, como sucedió aquel día, lo que vamos a expresarle a Trinidad De los Santos, Facundo, Esteban, Edel López y Villanueva, que son representantes de comerciantes y de taxistas, que no están solos, los respaldamos”.
Tras una plática, se acordó que solicitarán a la Secretaría de Seguridad Pública, a través de su titular, José Nabor Nava Olguín y al subsecretario Federico Rivas Valdez, que atiendan la situación, porque no se aplicaron protocolos de seguridad y se puso en riesgo a los comerciantes, automovilistas y ciudadanos en general.
