


Sandra González
El Buen Tono
Orizaba.- En Veracruz, las desapariciones forzadas siguen marcando a cientos de familias, y la respuesta institucional continúa siendo tardía. Así lo señaló el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez, al advertir que el fenómeno no puede reducirse a estadísticas ni minimizarse como un conflicto familiar.
“El tiempo es clave. Las primeras horas son determinantes para localizar a una persona, pero en la mayoría de los casos las autoridades prefieren esperar antes de actuar”, subrayó.
Recordó que los colectivos de búsqueda evidencian la falta de sensibilidad oficial, lo que obliga a que la sociedad y la Iglesia asuman un papel más activo. “Como Iglesia y como sociedad no debemos perder la sensibilidad. Debemos responder desde la empatía cristiana y brindar apoyo a quienes sufren la desaparición de un ser querido”, enfatizó.
El vocero exhortó a las fiscalías a revisar sus protocolos y aplicar medidas concretas de prevención y atención, con el fin de ofrecer justicia y seguridad a las víctimas.

