


De la redacción
El Buen Tono
Un momento tenso se vivió en el espacio aéreo de Nueva York el pasado martes, cuando un controlador aéreo de Estados Unidos reprendió a un piloto de Spirit Airlines que volaba demasiado cerca del Air Force One, el avión presidencial que transportaba al presidente Donald Trump y la primera dama Melania rumbo a Londres para una visita de Estado.
La interacción, captada en una grabación publicada por LiveATC, muestra al controlador instando al piloto a prestar atención y dejar de usar su iPad: “Presta atención, deja el iPad”, le dijo mientras insistía en girar la aeronave para mantener la distancia. El Airbus A321 de Spirit realizaba un vuelo entre Fort Lauderdale y Boston, y en paralelo sobrevoló Long Island a solo ocho millas (casi 13 km) del Air Force One.
El controlador incluso señaló la aeronave presidencial: “Fíjate en él. Es blanco y azul”, recordándole al piloto quién viajaba a bordo. A pesar de la advertencia, la Administración Federal de Aviación (FAA) aseguró que nunca hubo peligro: “La separación requerida se mantuvo entre las aeronaves”.
Por su parte, Spirit Airlines defendió que la seguridad es su “prioridad número uno” y que su vuelo “siguió las instrucciones” de los controladores aéreos, desmintiendo cualquier riesgo real durante el incidente.
Este hecho pone en evidencia la atención y protocolos estrictos que rodean los vuelos presidenciales y cómo, incluso a varios kilómetros de distancia, cualquier movimiento cercano puede generar alarma en el espacio aéreo.

