De la Redacción
El Buen Tono
ORIZABA.- La Policía Municipal de Orizaba volvió a causar indignación pública, tras un hecho que exhibió abuso de poder, omisión de auxilio y encubrimiento, en un claro ejemplo de protección del gobierno de Juan Manuel Diez, luego de que un motociclista lesionado fue detenido por los elementos que momentos antes lo impactaron con una patrulla que habría cruzado un semáforo en rojo.
El incidente ocurrió en el cruce de Oriente 6 y Sur 13, donde testigos afirmaron que la unidad oficial, sin torreta ni sirena encendidas, atravesó la intersección pese a tener la luz roja, embistiendo al joven que circulaba con paso libre. El golpe lo dejó con lesiones visibles en brazos, piernas y torso.
Lejos de aplicar el protocolo de atención a víctimas, los elementos al mando del coordinador Mauricio Rafael Sosa García, optaron por una actuación irregular: bajo el argumento de que sólo rendiría su declaración, el motociclista fue subido a la patrulla y trasladado a las instalaciones policiales, donde quedó retenido como responsable, sin recibir valoración médica previa y lo que es peor aún, trascendió que fue golpeado para que firmara la responsiva del accidente, además, se conoció que dañaron aún más la patrulla.
Vecinos y familiares denunciaron que el joven pidió auxilio debido a sus heridas, pero su solicitud fue ignorada. A pesar de su evidente condición, no fue canalizado a ningún hospital, contraviniendo de forma abierta la obligación legal de garantizar atención inmediata a toda persona lesionada en un accidente vial.
La ciudadanía reprobó que, en lugar de asumir la responsabilidad por la falta cometida, los policías optaron por criminalizar a la víctima, fabricando un escenario que apunta a la protección del elemento que conducía la patrulla involucrada. “Lo golpearon, se pasaron el alto y todavía lo detienen. ¿Ahora resulta que la víctima es culpable? Esto ya es un abuso descarado”, señaló un testigo.
Otros testigos exigieron que el conductor de la unidad oficial sea presentado ante la Fiscalía como cualquier ciudadano involucrado en un choque y que no se permita la manipulación del peritaje ni del parte informativo. Si bien la patrulla fue enviada al corralón, persiste el temor de que el caso sea distorsionado para deslindar responsabilidades.
Este hecho se suma a una serie de señalamientos contra la corporación por detenciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza y conducción temeraria, prácticas que han deteriorado la confianza ciudadana y evidencian la complicidad del alcalde Juan Manuel Diez respecto al actuar de la policía.
