Laura A. García
El Buen Tono
Atoyac.- El Ingenio Central El Potrero ha establecido en 900 pesos por tonelada el monto de la preliquidación para la caña de azúcar que será procesada en la próxima zafra 2025-2026. Este adelanto inicial, representa una reducción en comparación con el precio de preliquidación del ciclo 2024-2025 que era 50 pesos más, tras el cierre la tonelada quedó en mil 41 pesos.
La preliquidación es un pago anticipado que realizan los ingenios a los productores al inicio de la cosecha. El monto final por la caña se determina posteriormente, con base en los rendimientos y el precio del azúcar en el mercado.
De acuerdo con el sector cañero, esta disminución en el anticipo refleja las condiciones actuales del mercado y las proyecciones con las que inicia el nuevo ciclo. No obstante, los productores han manifestado que este descenso inicial representa un desafío para la operación inmediata.
Los cañeros expresaron su esperanza de que, a lo largo de la zafra, el valor final de la materia prima experimente un aumento significativo. Este incremento es considerado vital para poder obtener ingresos suficientes que les permitan hacer frente a los costos crecientes del cultivo.
Entre los gastos operativos más importantes que deben cubrirse se encuentran la fertilización, el riego (en los casos donde es necesario), el control de plagas, la preparación de la tierra y todas las labores de mantenimiento de la plantación. Estos costos de producción han registrado una tendencia al alza en los últimos años, presionando la rentabilidad del sector.
La zafra 2024-2025 que acaba de finalizar inició con la preliquidación de 950 pesos. El comportamiento del mercado durante ese ciclo determinó el pago final a los productores en mil 41 pesos. La comparativa entre el anticipo de ambos ciclos subraya la volatilidad y los ajustes que caracterizan al mercado azucarero, los cuales están sujetos a factores nacionales e internacionales como el clima, el comportamiento del mercado, los precios de insumos, la demanda y los tratados comerciales, entre otros.
La atención del sector se centrará ahora en el desarrollo de la zafra y en la evolución de los precios del azúcar.
El rendimiento de los campos en esta zafra y las condiciones del mercado serán determinantes para saber si el valor final de la caña permitirá a los productores compensar la menor preliquidación y cubrir con holgura los costos de producción, asegurando la sostenibilidad económica de la actividad cañera en la región para este nuevo ciclo.
