
El salvador.– Decenas de miles de salvadoreños se congregaron en una plaza de la capital salvadoreña para participar en el acto de beatificación de monseñor Óscar Arnulfo Romero, presidido por el Prefecto de la Congregación de la Causa de los Santos del Vaticano, cardenal Angelo Amato.
Participaron al menos 260 mil personas entre invitados especiales e integrantes de las comunidades eclesiales de diferentes puntos del país y del extranjero.
El arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas, leyó la petición de beatificación enviada hace más de una década al Vaticano, mientras el postulador de la causa en la Santa Sede Vicenzo Paglia leyó una biografía de Romero. Muchos feligreses acamparon en los alrededores de la plaza la noche anterior y celebraron una vigilia con la participación de sacerdotes y una misa oficiada por el cardenal hondureño Oscar Rodríguez Maradiaga.
“Podrán matar al profeta, pero no la voz de la justicia, su voz nunca la van a poder callar”, entonaron los feligreses de la parroquia de la Señora de La Asunción, de uno de los suburbios del Norte de la capital.
“Sus palabras quedarán para la eternidad”, dijo a The Associated Press Marlene Sánchez, una empleada de 26 años.
Se veía a jóvenes, la mayoría nacidos después del asesinato del arzobispo, pero que relataban que conocieron la vida y muerte de Romero a través de sus abuelos, padres y las parroquias de las comunidades.
