

Agencias
Veracruz.- A pesar de haber sido clausurada por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) e incluso recibir una multa cercana al millón de pesos, la empresa responsable de la construcción de una “mini refinería” en Coatzacoalcos, Veracruz, siguió operando con normalidad. Así lo reveló una investigación publicada por El Universal, con base en información confirmada por la propia Profepa.
De acuerdo con el reportaje, las instalaciones de la planta —denominada “mezcladora” por la gobernadora Rocío Nahle— fueron clausuradas tras detectarse deforestación ilegal, con la tala de árboles y vegetación para construir el complejo industrial. La compañía involucrada, Energía Ecorenovable, habría iniciado los trabajos desde agosto de 2019, sin contar con los permisos ambientales correspondientes.
La Profepa impuso una multa de 939 mil 602 pesos y aplicó medidas correctivas hace tres meses. Sin embargo, según el medio nacional, la empresa interpuso un recurso de revisión, lo que permitió que los trabajos continuaran pese a la suspensión oficial.
Imágenes satelitales de Google Maps muestran que, en 2017, el predio estaba cubierto por abundante vegetación. Dos años después, ya se observaba maquinaria pesada, camiones y estructuras industriales sobre el terreno, colindante con la carretera Coatzacoalcos-Villahermosa.
Para julio de 2021, el lugar ya albergaba almacenes de gran tamaño, tubos industriales y vehículos especializados, lo que confirma el avance constante de la obra a lo largo de los años, pese a las irregularidades ambientales denunciadas.
Este caso reaviva la preocupación por la permisividad institucional y la posible operación de empresas fachada en proyectos industriales de alto impacto ambiental, en una zona crítica para los ecosistemas del sureste mexicano.
